2.- MIGUEL GRAU
EL CABALLERO DE LOS MARES
El máximo héroe nacional, también denominado “Caballero de los Mares” y “Peruano del Milenio” nació en la ciudad de Piura el 27 de julio de 1834. Fue hijo del Teniente Coronel grancolombiano Juan Manuel Grau y Berrío, natural de la ciudad de Cartagena de Indias, quien vino al Perú formando parte del ejército de Simón Bolívar. Nacionalizado peruano, se casó con María Luisa Seminario y del Castillo, piurana de nacimiento e hija de Fernando Seminario y Jaime, alcalde ordinario del cabildo piurano y regidor perpetuo.
El pequeño Miguel Grau, debido a que su padre era empleado de la Aduana de Paita, fue puesto bajo la tutela de Manuel Francisco Herrera, capitán del bergantín neogranadino “Tescua”, nave en la que realizó sus primeras singladuras en la mar, y sufriría una dura experiencia al naufragar aquel bergantín frente a la isla Gorgona (Colombia). Sin embargo, pese a ello volvería a embarcarse. Su carrera naval la inició en 1854 como Guardiamarina, graduándose de Alférez de Fragata en 1856.
En 1858, participó a favor de la revolución del General Vivanco contra el gobierno de Ramón Castilla, pero al fracasar este movimiento, fue separado de la Armada, regresando a la Marina Mercante, y en este lapso, realizó numerosos viajes por el mundo entero.
En 1862 se reincorporó a la Armada y dos años después fue comisionado en misión oficial a Europa, para la adquisición de buques de guerra para la Escuadra. Hallándose en Francia como parte dicha comisión, fue nombrado para hacerse cargo de la recién adquirida corbeta “Unión”, siendo su primer comandante. Dicha nave, junto a su gemela “América”, inicia su viaje hacia el Perú en febrero de 1865, arribando al Callao meses después.
En diciembre de aquel año, el Perú había firmado un tratado de alianza ofensiva y defensiva con Chile ante una serie de incidentes producidos a raíz de la presencia de la Escuadra Española en aguas del Pacífico, la que desde 1864 había capturado las islas Chincha, y con una serie de actos hostiles amenazaba la paz continental.
Al ser declarada la guerra a España el 14 de enero de 1866, la “Unión”, en compañía de otras naves peruanas, se hallaban en aguas chilenas, conformando la denominada Flota Aliada, la que el 7 de febrero del mismo año, se batió contra una división española en el Combate de Abtao, ocasión en la que Miguel Grau, ya con los galones de Capitán de Fragata, comandó con arrojo a los tripulantes de la “Unión”.
Concluido el conflicto, en 1867 Grau se retira con licencia del servicio activo en la Armada para contraer matrimonio el 12 de abril de aquel año, con la dama limeña Dolores Cabero Núñez, con quien tuvo diez hijos.
En 1868 se reincorporó nuevamente a la Armada, siendo nombrado comandante del monitor “Huáscar”. Ya en 1872, a raíz del golpe de estado de los hermanos Gutiérrez, se pronunció en contra de esta inconstitucional actitud liderando un movimiento a favor de la estabilidad democrática y del orden constitucional.
En 1876 incursionó en la política en forma activa. Fue miembro del Partido Civil, y también se desempeñó como Diputado por el departamento de Paita, dejando el comando del “Huáscar” durante dos periodos legislativos.
En 1877 es nombrado por el presidente Prado en el cargo de Comandante General de la Marina. Al año siguiente, durante su gestión presentó una Memoria de Marina al Gobierno, documento en el cual informaba y evaluaba la situación general de la Armada tanto en lo material como en lo concerniente al personal, señalando importantes recomendaciones.
Al estallar la guerra con Chile, fue destinado nuevamente al mando del “Huáscar”, nave de la cual no se le desligaría jamás. Grau era consciente que Chile contaba con mejores naves en su escuadra de las que poseía el Perú. No obstante, a bordo del “Huáscar” con su habilidad y pericia, supo aprovechar al máximo los recursos ofensivos del buque y la capacidad combativa de su valerosa tripulación para pasearse frente a costas enemigas durante seis meses como si su Escuadra no existiese, amenazando las líneas de comunicaciones marítimas que sustentaban el esfuerzo bélico chileno.
El primer episodio de importancia durante la fase marítima del conflicto se llevó a cabo el 21 de mayo de 1879, cuando la primera división naval peruana, compuesta por el monitor “Huáscar” y la fragata blindada “Independencia”, se enfrentaron a los buques chilenos que bloqueaban el puerto de Iquique, entablando combate, siendo esta una ocasión en la que Grau mostró ante el enemigo su grandeza de espíritu y su célebre sagacidad: luego de hundir a la corbeta “Esmeralda” al tercer espolonazo, ordenó salvar a los sobrevivientes del buque vencido.
Comentarios
Publicar un comentario